jueves, 13 de octubre de 2011

¿Qué ocurre en el cuerpo de una embarazada?

Quizás una de las decisiones más importantes que tomaste o tomarás algún día, deseado o por azar es la idea de tener un hijo. Sin duda esta determinación conlleva  un gran cambio en todos los aspectos diarios de una persona y es que criar a todo un pequeño descendiente no es tarea fácil.

Con esta entrada me gustaría mostraros un seguimiento fisiológico de los cambios que van ocurriendo en el cuerpo de una mujer embarazada así como de algunos de los aspectos psicológicos más importantes que explicaremos en la siguiente entrada más adelante.
El embarazo se trata de un período comprendido entre la fecundación de un óvulo por un espermatozoide hasta el parto. Su duración es variable pero está  alrededor de los 280 días, 40 semanas o lo que es lo mismo nueve meses.
A continuación os dejo un vídeo muy original e interesante acerca de la fecundación:



¿Cómo saber si estoy embarazada?
Tras la fecundación, existen muchas señales asociadas al embarazo. Una muy  conocida  y común  es la falta menstrual aunque esta a veces no es fiable ya que no todas las mujeres tienen períodos regulares. Así es importante observar otras señales como puede ser: el aumento de la sensibilidad en los pechos, vómitos, náuseas o micciones frecuentes. Y como no, una prueba determinante que no suele fallar, la prueba del embarazo.
Esta prueba se basa en la detección de una hormona llamada gonadotropina coriónica, la cual se encuentra presente en la sangre y en la orina de las mujeres embarazadas.
De esa forma, el desarrollo del bebé en el útero no solo producirá grandes cambios bioquímicos y  fisiológicos  sino también cambios físicos y psicológicos.
   Dentro de las alteraciones fisiológicas podemos encontrar cambios en:
Cambios en la circulación de la sangre:
Esta modificación en el sistema circulatoria surge de la adaptación de la nueva vida que se va gestando. La sangre de la madre durante el embarazo se encarga de administrar diversas sustancias para el desarrollo del feto, así como de la eliminación de los desechos y todo esto lo realiza mediante la placenta.
-La sangre: Los vasos sanguíneos se dilatan y también aumenta el volumen de sangre materna en un litro y medio.
-Las venas: En ocasiones el crecimiento del útero dificulta el retorno sanguíneo desde los miembros inferiores hacia el corazón. De esta manera las piernas suelen hincharse, existiendo riesgo a la aparición de varices.
Puede que la vena cava inferior quede comprimida por el útero pudiendo causar molestias sobre todo cuando se está acostado sobre la espalda. Para evitar esto, lo mejor es acostarse sobre el costado izquierdo, ya que la vena cava inferior pasa a la derecha del útero.






El pulso: El corazón late más deprisa ya que tiene que bombear mucha más sangre:
-La frecuencia cardíaca se acelera entre 10 y 15 latidos por min(entre 60-90 latidos/min)
-El gasto cardíaco aumenta en un 30% o un 50%.
La tensión arterial: Al estar muy dilatados los vasos sanguíneos, la tensión arterial disminuye un poco. Ya a finales del embarazo, la tensión vuelve a su estado original.(nunca debe sobrepasar el valor 14/9).


Cambios en la respiración:

Es posible que durante el embarazo las mujeres sufran ligeros cambios en el tono de voz e incluso ciertas dificultades para respirar por la nariz. Esto se debe a las modificaciones hormonales de la mujer que en ocasiones pueden provocar congestiones pasajeras de la mucosa de la laringe, tráquea y bronquios.
A esto hay que sumarle que en la última parte del embarazo el tono y la actividad de los músculos abdominales disminuye. El diafragma, ha sido empujado hacia arriba por el útero, lo que va a reducir sus movimientos, siendo la respiración entonces alta o torácica

A su vez, como los pulmones del bebe no funcionarán hasta el parto, la madre también respirará por él. Así en cada inspiración se tiene que obtener entre un 10 y un 15% de aire más de lo normal sin acelerar la respiración.

Cambios en la digestión:
El crecimiento del útero va a impulsar el resto de los cambios en la mujer. Conforme este aumenta de tamaño, el resto de los órganos van a tener que comprimirse para dejar espacio suficiente al feto, líquido amniótico y placenta. Por otro lado, si hablamos del sistema digestivo, la origen de su cambio se debe al efecto hormonal.
-Boca
La secreción de saliva aumenta al principio del embarazo. Las caries dentales, sin duda son muy frecuentes en este período lo que conviene limitarse a la hora de comer  dulces u otros alimentos con azúcar.
-Esófago-estómago
Hacia el cuarto mes de embarazo puede aparecer la pirosis, va a ser la aparición de una sensación de ardor que surge del estómago y sube por el esófago hasta la garganta. Este fenómeno persistirá hasta el parto y muchas veces se agrava cuando se está acostado. Es debido a un mal funcionamiento momentáneo del sistema que impide que los alimentos retornen y vuelvan a subir.
La progesterona, una hormona muy activa en el embarazo, va a provocar que el estomago se vuelva más vago, menos tónico originando las “famosas nauseas”.
La sensación de estar inmediatamente llena cuando se come nos la dará la lentitud con la que el estómago se vacía.
-Intestinos
Otra hormona, la progesterona es la que va a provocar la distensión de los intestinos. El tránsito digestivo se ralentiza, causando estreñimiento que se puede combatir con una alimentación adaptada. Por otro parte, la lentitud de la digestión va a favorecer la absorción por parte del organismo de los elementos nutritivos de los alimentos.

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